domingo, 7 de abril de 2013

Inroducción



Valcarlos, o Luzaide en lengua vasca, es un pueblo típico del Pirineo navarro central, que aunque su administración se incluye en la Alta Navarra, en la Merindad de Sangüesa, geográfica y culturalmente pertenece a la región de la Baja Navarra. 
Su territorio forma frontera entre España y Francia, limitando con los municipios franceses de Arnegi/Arnéguy al norte y al este, y Banka/Banca al oeste, y al sur con los municipios españoles de Orreaga-Roncesvalles, Auritz-Burguete y Orbaitzeta.
Sus caseríos se ubican en un estrecho y alargado valle en la vertiente norte del Pirineo occidental, con barrancos de fuertes pendientes que trazan una orografía abrupta  por donde fluyen numerosas regatas, canalizando sus aguas hacia el cauce principal, el río Luzaide, y éste en dirección norte a la cuenca del río Adur.





Los topónimos de Luzaide en euskera y Valcarlos en romance no son sinónimos, y obedecen a etimologías distintas. Así Luzaide viene a significar 'camino largo' (de luze, largo + bide, camino) en referencia al largo trayecto que los pastores tenían que realizar con sus rebaños cuando atravesaban el valle. En cambio Valcarlos (Valle de Carlos) se asocia al nombre de Carlomagno en referencia al lugar donde acampó con sus ejércitos en la mítica Batalla de Roncesvalles.

El territorio que abarca el municipio es extenso, unas 4.470 hectáreas, con una diversidad de entornos ecológicos que incluye zonas de vegetación exhuberante, densos bosques de hayas, robles y castaños, y peligrosos desfiladeros que bajan desde la diferentes cimas, entre las que destacan: Atxistoi (1.229 m), Meatze (1.233 m), Olatrane (1.277 m) y Astobizkar (1.497 m); siendo así que se alcanzan importantes desniveles. Mientras el núcleo central del municipio, Elizaldea, está a unos 360 metros de altitud, algunos caseríos y bordas se encuentran a unos 1.200 metros. Esta diferencia se hace notar en la climatología de forma que, en el mismo día, puede darse la circunstancia que en algunos caseríos estén expuestos a fuertes vientos y/o tormentas de nieve, a la vez que en otras casas gozan de un clima más benigno.







Luzaide-Valcarlos se encuentra a mitad de camino entre los bosques de hayas de Quinto Real desde el oeste, y el bosque Txangoa y la selva de Irati hacia el este, siendo zona de paso de la fauna que habita en estos espacios naturales: ciervo, corzo, jabalí, zorro, gato montés, liebre, víbora aspid, rana bermeja, salamandra..., etc. Es también uno de los pasos más importantes de las aves migratorias que cada otoño surcan los cielos espectaculares bandos de palomas y grullas, acompañados de zorzales, calandrias con sus característicos vuelos en vaivén, así como halcones, milanos y otras rapaces, entres las que destaca el quebrantahuesos, por estar en peligro de extinción y por disponer aquí de una zona de especial protección.
En ciertas épocas del año se dejan ver los petirrojos (papagorriak en vasco) y los gallicos de San Martín o abubillas; también se suele oír al chichipán o carbonero común. 
En  los rincones de algunas casas suele anidar el herrerillo si no se le molesta mucho, y entre los prados hay que tener precaución de no pisar alguna culebrilla ciega.

El entorno ecológico de Luzaide se caracteriza por tener una flora con una rica biodiversidad que se manifiesta en cualquier rincón.





Las regatas que surcan el valle son los obstáculos naturales que dividen al pueblo en barrios. Las más importantes son: Arbanta, Asundegi, Azoleta, Infernuko erreka (regata del Infierno), Muxarreta, Txapitel, Udasoro y Zubibeltz.





La población de Luzaide está dispersa en siete barrios: Azoleta, Bixkar, Elizaldea, Gaindola, Gainekoleta, Pekotxeta y Pertole o Ventas. 


Elizaldea

Es el centro geográfico urbano y principal núcleo de población cuyas casas se fueron edificando alrededor de la iglesia (de ahí su nombre en vasco) conforme a un dictamen del Tribunal del Consejo Supremo en 1646.



En Elizaldea es donde se concentran la mayoría de los servicios administrativos, el ayuntamiento, el banco, las escuelas, algunos bares y restaurantes, los dos frontones y la plaza.



La arquitectura de algunas de sus casas está influenciada por el estilo de construcción francés de los siglos XVIII y XIX, así como también del estilo autóctono de la región, con aleros de madera y tejados de pizarra, con puertas y ventanas rojas, verdes o blancas. Destacan también algunos trabajos de forja de barandillas y balcones que la costumbre obliga a pintarlas de blanco.





  






  


Terneros pastando en el prado de Alzón, al fondo el frontón Arretxe.

La iglesia es de construcción reciente, pues el antiguo templo fue destruido en la guerra de la Convención de 1793. De paredes blancas cantoneadas con irregulares losetas del típico color rosáceo de las canteras baztanesas. El templo culmina en una torre centrada, de planta cuadrada y techo piramidal a cuatro aguas. En ella se alojan las campanas que anuncian las horas del día, así como también acontecimientos que se suceden a lo largo del año, como celebraciones, fiestas, fallecimientos, nacimientos, incendios, etc., y para cada uno de ellos tienen un repicar y tañido de campanas diferente que sus habitantes conocen.







En algunas casas la naturaleza va cogiendo su sitio, donde las plantas trepadoras se agarran a cualquier resquicio y los musgos invaden las tejas de los techos. Son casas que gozaron en otros tiempos de cierta prosperidad y que por las circunstancias actuales se hace difícil su mantenimiento.






En otras casas, los adornos florales son testigos del gusto y cuidados exquisitos de sus dueños; en ellas nunca falta el típico gato que se nos queda mirando, desconfiando de nuestras intenciones.




  




La carretera nacional que atraviesa el pueblo discurre por un tortuoso puerto, Ibañeta, con más de diecisiete kilómetros de recorrido entre Roncesvalles y Arnegi. Algunos tramos del puerto forman parte del Camino de Santiago, por el que pasan miles de peregrinos al cabo del año, llegados de diversos países de Europa. Debió ser transitado incluso desde la prehistoria, como lo atestiguan los restos megalíticos en la zona, así como el dolmen de Lauriña y el cromlech de Lehertza. Incluso se han encontrado fragmentos de cerámica del siglo I, que demuestra cierta vitalidad en la época romana.


Monumento al peregrino esculpido por Jorge Oteiza.




Azoleta

Barrio ganadero salpicado de caseríos entre las laderas orientales de Zelaieta (933 m) y Mendimotza (1.237 m). A este barrio pertenecen también los tres caseríos del txoko o ríncón de Aitzurre y las casas situadas en el paraje de Letza.


El caserío Andikoberri


El caserío Etxaundi a la derecha, y debajo de éste el caserío Kotxu.

Ovejas pastando en una pendiente pronunciada en el txoko de Aitzurre.



Mendimotxa







  

Bixkar

Barrio residencial ubicado en un pequeño cerro muy cerca de Elizaldea. Sus casas son de construcción moderna, edificadas en los últimos cincuenta años, y todavía sigue en expansión con nuevas edificaciones.







Gaindola

Barrio ganadero cuyo topónimo viene a traducirse como 'ferrería del alto' o también 'ferrería de Galindo' por unos documentos antiguos donde aparece con el nombre de Garindola.



Camino bordeado por castaños en Gaindola.




Rebaño pastando en Gaindola.

Gainekoleta

Hoy en día es un barrio eminentemente ganadero, pero llegó a tener escuela y frontón propios, evidenciando así una fuerte actividad que le proporcionaba la ferrería que se alimentaba del mineral de una minas próximas. 
Según unos documentos del s. XVIII, sprimitivo nombre era Anxola o Ansola. Su topónimo actual se traduce como 'ferrería de arriba'.


Pekotxeta

Como su nombre indica, que traducido sería 'casas de abajo', es el barrio de menor altitud si exceptuamos a Pertole/Ventas. Está situado junto al municipio francés de Arnegi, como si se tratase de una extensión de éste en la ladera izquierda del río Luzaide. Lo forman dos núcleos diferenciados: la zona de los comercios típicos de las poblaciones fronterizas, donde está la gasolinera, y los caseríos dispersos y alejados de la carretera principal.

Pertole/Ventas

Es el barrio más septentrional y está dedicado íntegramente al comercio. En los últimos años ha sufrido una reforma espectacular con la edificación de un nuevo puente, dos gasolineras y grandes comercios de varias plantas a cargo de dos empresas punteras del sector que se hacen la competencia en aras a conseguir el máximo de la clientela del lado francés. Y como consecuencia de todo ello, el pueblo ha recobrado una nueva actividad, de tal manera que el paro laboral apenas existe, asegurando así el futuro de las jóvenes generaciones, no sólo de Luzaide/Valcarlos sino también de otras poblaciones cercanas de la parte francesa.

Ondarrola

Además de los siete barrios mencionados existe otro barrio, Ondarrola, que pertenece administrativamente al pueblo vecino de Arnegi, pero con una particularidad que le hace especial, pues sus habitantes forman parte de la parroquia de Luzaide, con derecho a celebrar y registrar los acontecimientos religiosos a lo largo de sus vidas: bautizos, bodas, comuniones y funerales.
El barrio se encuentra en la margen derecha del río Luzaide, justo en frente de Elizaldea. Ambos barrios se comunican con un viejo puente que antiguamente estaba vigilado por guardias españoles en la margen izquierda y por gendarmes en la derecha, pues aquí el río es la frontera.
Ondarrola tiene también un pequeño núcleo de casas y varios caseríos desperdigados por las laderas del monte Urdanasburu (1.235 m). Son caseríos grandes con fachadas blancas, encaladas, y tejados rojos que contrastan con el color verde de los prados que los rodean.












Al fondo el pequeño núcleo de casas de Ondarrola

El caserío Zestao







El caserío Markitxenia